Los atletas necesitan buena comida
El deporte implica descubrir, desafiar y potenciar el propio cuerpo. Quien se alimenta bien entrena más. La alimentación ecológica ofrece las condiciones ideales para ello. Por la mañana, en la linde del bosque. Los pájaros cantan. Los primeros rayos de sol del nuevo día se mezclan con el frescor de la noche. Tau se encuentra en los prados y campos.
Los que ya están en marcha vivirán un momento ideal para pasear, caminar, correr o montar en bicicleta al aire libre y descubrirán cómo mejora la forma física con el entrenamiento regular. En los deportes recreativos, a diferencia de los de alto rendimiento, la competición contra otros no es el centro de interés, sino que para muchos es también una parte para ser más rápido y mejor.
Una dieta natural y buena proporciona todos los nutrientes necesarios para que el cuerpo alcance todo su potencial de rendimiento. Por ejemplo, un buen panecillo para desayunar con mermelada afrutada y delicioso requesón o cubierto con jamón york o queso, o unos cereales hechos con copos de avena, frutos secos crujientes, leche fresca, yogur y deliciosa fruta contienen la mezcla equilibrada de nutrientes que necesitamos para ello. A pesar de todas las profecías de fatalidad, nuestros alimentos frescos siguen proporcionándonos los minerales, las vitaminas y las proteínas que necesitamos para nuestro trabajo físico y mental. Un "más" de vitaminas, minerales o proteínas artificiales para mejorar el rendimiento y otros preparados, a veces dudosos, no consigue un "más" exitoso en el rendimiento. El deporte profesional es testigo de ello con sus escándalos de dopaje, que no sólo hacen que las carreras se estrellen, sino que incluso pueden provocar muertes.
Para explotar su potencial de rendimiento, es necesario, por un lado, fortalecer los músculos y la resistencia con un entrenamiento regular y una dieta sana, y también aceptar cuando se han alcanzado los límites.
La alimentación ecológica apoya este proceso. Ofrece alimentos que se han desarrollado sin pesticidas químicos-sintéticos ni fertilizantes artificiales y que, por tanto, han crecido. La vuelta a la naturaleza no es un toque nostálgico, sino una perspectiva de futuro para los paisajes culturales rentables de todo el mundo. La autopropulsión de estos suelos es promovida por el cultivo inteligente de los agricultores ecológicos. Esto puede compararse con el atleta de competición que orienta su entrenamiento en función de sus capacidades naturales. Aunque las ciencias naturales aún no han demostrado que el consumo de alimentos procedentes de la agricultura ecológica aumente nuestro potencial de rendimiento físico, la experiencia de quienes han alcanzado su máximo rendimiento con alimentos ecológicos es cada vez mayor. Obtienen su energía de una dieta que ha tomado sus nutrientes de los ciclos perpetuos de la naturaleza y que también contiene su información para el potencial de rendimiento no descubierto.
Autor: Brigitte Neumann
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