Sin embargo, la tableta de chocolate de las expediciones de Halloween o de los cumpleaños de los niños, de los abuelos o de los familiares, suele provocar la desaprobación de los padres. El chocolate es dulce, graso y calórico. "¿Por qué la industria alimentaria no inventa la tableta de chocolate baja en grasas?", se preguntaba un político en el Congreso de Nutrición Infantil de Berlín.

Un camino equivocado
En EE.UU., las consecuencias de los sustitutos de la grasa ya se pueden ver en los dulces: Cuanto más se consumen, mayor es el número de personas con sobrepeso. Ahora bien, esta correlación puede ser aleatoria. Sin embargo, las dietas demostraron que, a pesar del ahorro de calorías con los sustitutos de las grasas, que sólo tienen la mitad de calorías que éstas, no se produjo la esperada pérdida de peso. el organismo humano se deja confundir más que "dirigir en la dirección correcta".

Disfrutar con moderación
No es sólo el chocolate lo que hace que los niños engorden más y más. Según los estudios de Kiel, los niños delgados comen tanto como los niños con sobrepeso. Además, cuando los niños pueden comer una tableta de chocolate, no es necesario que la coman entera. Las estrategias y la función de modelo de los adultos para un manejo moderado del chocolate y los dulces son mejores alternativas que el desarrollo de barritas de chocolate bajas en calorías a largo plazo.

Autor: Brigitte Neumann