Miel: lamer, maravillar, curar
Una abeja lleva a cabo veinte mil misiones de vuelo para recoger un litro de dulce néctar. Con él se producen 150 g de deliciosa miel, que la naturaleza destina a asegurar el sustento de la colonia de abejas.
Pero también apreciamos este delicioso azúcar, que es más que "sólo azúcar", para el desayuno. La "patada" al día la da una mezcla especial de los llamados azúcares invertidos y de raros oligosacáridos de alto poder edulcorante. Además, hay varias enzimas y aromas y una mini mezcla de minerales y vitaminas. Después de los esfuerzos deportivos, como las excursiones en bicicleta o las caminatas, la cucharada de miel devuelve las energías utilizadas.
Untar las heridas con miel
La miel natural, como revelan los jeroglíficos egipcios de hace más de cuatro mil años y confirma la ciencia moderna, es al mismo tiempo un excelente emplasto para las heridas. Las abejas añaden un "cóctel de la naturaleza" al néctar recogido, que evita que se estropee durante el proceso de espesamiento en los panales. Este permanece en la miel sin calentar e incluso cura cuando se aplica a las heridas más pequeñas.
Abejas ocupadas
Así que está bien cuidado si se lleva el bote de miel en viajes de todo tipo "para lamer y pintar", cuando hay niños con usted. Con ellos puedes maravillarte con el zumbido de las abejas en el camino, que no sólo buscan las mejores fuentes de alimento para ellas, sino que también indican a las otras abejas dónde encontrarlas con su baile.
Autor: Brigitte Neumann
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